La Iglesia de la Anunciación es la sede canónica de la Primitiva Archicofradía de Nuestra Señora del Valle desde el año 1970.
Este templo era la antigua iglesia de la Casa Profesa de la Compañía de Jesús, desde su fundación en 1565 hasta la expulsión de los jesuitas por Carlos III en 1767, en que quedó abandonado el convento.
La Universidad de Sevilla se traslada al antiguo convento en 1771, convirtiéndose la Iglesia de la Anunciación en la capilla de la Universidad hasta 1954, fecha de su traslado a la Real Fábrica de Tabacos. Las trazas del edificio fue realizada por el jesuita Bartolomé de Bustamante, que inició el proyecto en 1565, finalizando las obras del mismo Hernán Ruiz II, Maestro Mayor de la Catedral de Sevilla, en el año 1579 tras su consagración por el arzobispo de Sevilla, don Cristóbal Rojas y Sandoval.
En la fachada de la iglesia destaca su magnífica portada que está dividida en dos cuerpos, el inferior formado por un gran arco de medio punto y dos hornacinas laterales, y el superior, compuesto por tres hornacinas. En la central aparece un relieve de la Virgen con el Niño ejecutado entre 1565 y 1576 por Juan Bautista Vázquez el Viejo, y en los laterales se sitúan dos esculturas del siglo XVIII que representan al arcángel San Rafael y a San José.
En la fachada lateral sobresale un retablo cerámico del Cristo de la Buena Muerte, titular de la Hermandad de los Estudiantes, realizado en 1949 por Antonio Kierman.La cúpula está decorada exteriormente mediante un revestimiento de azulejos, la típica construcción sevillana de alboaire*. La linterna fue renovada tras el terremoto de Lisboa de 1755 por Sebastián Van der Borcht.
La torre, situada a la izquierda del presbiterio, esta formada por un cuerpo de campanas, con vanos de medio punto entre pilastras.
La iglesia tiene planta de cruz latina con una única nave, coro y presbiterio alzado sobre cinco gradas. Se sostiene por medio de pilastras adosadas a los muros que generan unos grandes arcos fajones que sostienen las bóvedas. Las de los dos primeros tramos son bóvedas vaídas; los brazos del crucero y la capilla mayor se cubren con bóvedas de medio cañón y el crucero con bóveda semiesférica, decorada con casetones.
El coro, situado en alto a los pies de la nave, se alza sobre un gran arco escarzano, presentando el sotocoro una profusa decoración de yeserías barrocas.En el brazo derecho del crucero se encuentra una puerta que comunicaba la iglesia con el claustro de la Casa Profesa, fechada en 1568, conocida como Puerta de la Concepción, constituida por un arco de medio punto flanqueado por pilastras dóricas y rematado por un frontón recto, decorado, al igual que las enjutas del arco, con discos planos.
El retablo de la capilla mayor esta compuesto por un banco de mármol y un cuerpo arquitectónico de orden corintio dividido en tres calles y ático que encuadran importantes obras.
El lienzo de la Anunciación de Antonio Mohedano de 1604. A ambos lados en el ático los dos santos Juanes de Juan de Roelas. Las esculturas de San Pedro y San Pablo de principios del siglo XVII. En el cuerpo central la Circuncisión de Juan de Roelas, autor igualmente del lienzo de la Adoración de los Pastores. Situada a la izquierda del primer cuerpo la Epifanía atribuido a Gerolamo Lucente da Corregio.
En el zócalo del retablo destacan las esculturas de San Francisco de Borja, tercer Padre general de los Jesuitas y San Ignacio de Loyola, fundador de la Orden de los Jesuitas y, talladas ambas por Juan Martínez Montañez en 1610 y 1624 respectivamente.
En el crucero del lado del Evangelio se sitúa el retablo de la Hermandad del Valle, que antes fuera de la Hermandad de los Estudiantes, realizado entre 1836 y 1842.
En el lado de la Epístola se encuentra el retablo de la Inmaculada, de la escuela de Martínez Montañés.
A los lados las Santas Justa y Rufina, San Antón y San Roque. En el segundo cuerpo soberbio grupo de Vázquez el Mozo, con Santa Ana, la Virgen y el Niño. Mientras que los lados están San Sebastián, San Nicolás y los Santos Juanes. En el arco de triunfo se cobijan entre las columnas compuestas, esculturas de los Santos Joaquín, Ana, Pedro y Francisco. En el ático, el Padre Eterno.
El retablo dedicado a San Juan Bautista, situado en el muro de la Epístola, es obra Juan Martínez Montañez y la policromía de Juan de Uceda realizado entre 1618 y 1620.
En el muro del Evangelio se dispone un retablo en el que figuran veinte pinturas sobre tablas. La central es una Virgen de Belén atribuible a Marcelo Coffermans en el siglo XVI.