En el siglo XIII, tras la conquista de Sevilla, el Rey San Fernando ordenó la fundación de numerosas iglesias e instituciones de carácter religioso, a la vez que promovía la penitencia del pueblo con procesiones en las que se veneraba el Cuerpo Yacente de Nuestro Señor Jesucristo.
La estancia y predicación de San Vicente Ferrer en Sevilla en el año 1407 motivó una mayor participación de la población en cofradías que practicaban la disciplina de sangre, como forma de conservar la pasión.
Tras la peregrinación del primer marqués de Tarifa a Jerusalén en 1521, este instituyó en Sevilla una Vía Sacra desde su palacio hasta el Humilladero de la Cruz del Campo, impulsando en la ciudad esta especial forma de rememorar los pasos de Jesús por la calle de la Amargura.
Con estos antecedentes históricos, sociales y religiosos, se erige la Hermandad de Nuestra Señora del Valle, que tiene su origen en la fusión de dos corporaciones del Medievo sevillano.
- La Hermandad de la Santa Faz y Nuestra Señora de la Encarnación, fundada en 1450, que pasó a denominarse Hermandad de la Santa Verónica y Nuestra Señora del Valle en el año 1553.
- La Hermandad de la Coronación de Cristo fundada en 1540.