Celebración del V Encuentro Cuaresmal

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El pasado 17 de marzo, tras la conclusión del III Vía Crucis de los Jóvenes, se celebró el V Encuentro Cuaresmal de la Juventud que reunió en torno a Nuestro Director Espiritual, el Rvdo. Sr. D. Ramón Valdivia Giménez, a nuestros grupos juveniles de formación, miembros de la Junta de Gobierno y otros hermanos adultos. En síntesis, el nuevo Director Espiritual presentó la Cuaresma desde dos perspectivas: las tentaciones de Jesús y la celebración del Misterio de Cristo en el Triduo Pascual, tratando de mostrar la oportunidad de hacer un camino interior de relación con el Señor.

Sobre las tentaciones, comentó que son tan fuertes para Jesús como para cualquier hombre que vive en la actualidad, y que estar cerca de Jesús nos ayuda a superarlas y a quedar, como Él, victoriosos ante el mal. Pero hay que tener cuidado, ya que pudiera ser que nos confiemos en nuestras fuerzas. Sólo es Jesús quien las vence en nosotros.

La primera de las tentaciones es la del «placer», la de hacer o pensar que todo esté a nuestro servicio. Decir a las piedras que se conviertan en pan, significa, en primer lugar, poner a prueba a Jesús, para hacer que la realidad sea distinta a lo que es. En segundo lugar nos habla del hambre, de algo que nos constituye y que podemos saciar con cosas pequeñas o con Él. Todos tenemos hambre (o sed) de algo que es infinito, y cuando tratamos que nos sacie algo que es simplemente finito, entonces nos equivocamos y nos hace daño. Por eso, Jesús vence al diablo diciéndole: ¡No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios!

La segunda de las tentaciones es la del «poder». Satanás invita a Jesús a colocarse en el alero del Templo, y le dice que salte, para que le recojan los ángeles. Es la tentación del poder. ¿Quién es el “poderoso”? Un poder con el que estamos siendo tentados cada día, y no solo los poderosos que salen en los medios, sino que es dar gloria a Dios o al mundo. Pensar que quien me salva son los poderosos, o es Cristo. Siempre estamos pensando que la salvación de mi vida está en caerle bien a uno o a otro, en ser un buen estudiarte, ¡el mejor!, o ser el más guapo, o el más listo para desenvolverse… Ante esto, Jesús responde ¡No tentarás al Señor, tu Dios! Invitándonos a tener una relación personal con Jesucristo, que es quien de verdad nos ha amado hasta no tener que tener otros dioses.

La tercera tentación es la del «tener», cuando el demonio lleva a Jesús a una montaña alta y desde allí le muestra todos los reinos del mundo, y le dice: ¡Todo esto te daré si te postras ante mí! Es la presunción de quien cree que todo es suyo, y que eso es lo que nos hace ser libres y poderosos, lo que tengamos, y no lo que ya somos. Por eso siempre aparece la tentación de que tenemos que tener para ser felices. No, el Señor ya nos lo ha dado todo, y hay que reconocer las cosas que ya nos ha entregado el Señor y ser agradecidos. La cuaresma nos sirve de camino para reconocerlas.

Finalmente, el Director Espiritual nos invitó a participar de los Oficios de Semana Santa, porque sin ellos no podremos percibir el verdadero final de la Cuaresma, que es la luz de la Resurrección.

Agradecemos a Nuestros Sagrados Titulares la magnífica conferencia recibida de don Ramón y rezamos por los frutos de estas palabras de vida en nuestros corazones.